miércoles, 14 de agosto de 2013

MI QUERIDO NIETO...



Basta que estire su mano para asirse de la mia
Invitándome a jugar sentaditos en el suelo,
Compartiendo con su abuelo sus autitos, su pelota
Y esa sonrrisa grandota cuando logra hacer un gol.

Con pequeñas maderitas construimos una torre
Procurando que sus bordes queden todos parejitos
Mientras él con sus ojitos desbordando de emoción,
Observa la construcción que casi mágicamente
Se convirtió de repente en ese blanco ideal,
Que se apresta a derribar mientras me mira pícaramente
Buscando mi aprobación, y simulando un avión
Con el rugir de su boca, sobre la torre coloca
Esa nave improvisada lanzando una andanada
De certeros proyectiles que a aquella torre derribe
Soltando una carcajada inocentemente bella,
Haciendo explotar con ella,de gozo mi corazon.

Ser abuelo y ser compinche de sus locas travesuras
Me hacen perder la cordura que tengo por ser mayor,
Nada me importa el dolor que carga mi viejo cuerpo
Cuando a mi nieto sostengo montado sobre mi espalda,
O cuando acaso en mi falda imitando un trotecito
Yo soy aquel caballito que el inmagina montar.


Tengo pesares y angustias igual que todo cristiano
Lo mismo que usted paisano tengo mil preocupaciones,
Pero todas las razones que me agobian en el mundo,
Las olvido en un segundo cuando estoy junto a mi nieto
Porque al tenerlo yo siento que tengo un niño dormido,
Que cuando escucha el sonido de aquella voz inocente
Despierta mágicamente respondiendo a su llamado,
Cuando estirando su mano suele invitarme a jugar...

A la hora de almorzar se acomoda en su sillita
y uniendo sus dos manitas, imitando a sus mayores
escucha las oraciones que a Dios están dirigidas,
pidiéndoles que bendiga el almuerzo familiar,
dando gracias por el pan que se encuentra en nuestra mesa.

No hay nada que pueda pagar el enorme bienestar
Que su presencia provoca con solo oír de su boca
Un simple..."abu vení", no quepo dentro de mí
Por el orgullo que siento, queriendo que este momento
                 No terminara jamás...